El papel de nuestras guerreras en todas y cada una de las competiciones internacionales que toman parte es impresionante y cada vez la leyenda de este grupo de jugadoras crece a nivel mundial. La medalla de “plata dorada” que consiguió la selección española contra la todopoderosa Noruega es un ejemplo más de los valores que encarna este grupo, que por suerte, he podido tratar de cerca (a muchas de ellas) en mi etapa de presidente del CBM Astroc Sagunto, Parc Sagunt y también en el Alucine Alser Proflitek.
Quiero agradecerles a estas maravillosas profesionales la dedicación que tuvieron por Sagunto, y de paso, quiero que recuerden, que en esta, su casa, tienen las puertas abiertas (ojalá a nivel deportivo), en cuanto a que forman parte de nosotros. Ver en la selección a Macarena, Marta Mangué, Eli Chávez, Bea Escribano, Beatriz Fernández, Barbosa, Eli Pinedo, o a Silvia Navarro me provoca sentimientos de alegría por haber compartido con ellas mucho trabajo y mucha ilusión. También me da pena porque la crisis se cebó con el deporte minoritario que practican las mujeres y eso nos privó de poder seguir paladeando del caviar balonmanístico que tuvimos.
El otro día, en plena final del Campeonato de Europa, recuperé la intensa emoción de ver como un gol de “Maca” nos situaba a dos de las nórdicas y con toda la artillería sobre la pista todo era posible. Al final no pudo ser, pero como dice Verónica Cuadrado en la prensa nacional, “sin que ellas lo supieran ya eran de oro”. Con esto me quedo.
José Ramón Gascó
