En una jornada marcada por la intensidad y la táctica, el BM Morvedre se enfrentó a un desafío mayúsculo en terreno ajeno, Ikasa Boadilla. Pese a las adversidades, lograron igualar las acciones al término de la primera mitad, manteniendo vivas sus esperanzas de triunfo.
Con la reanudación del encuentro, emergió una versión sublime del equipo, que desplegó un juego de balonmano de alto calibre. La eficacia se hizo presente en cada ataque, con una serie de goles fulminantes que decantaron la balanza a su favor, culminando en una victoria contundente con un marcador final de 22 a 30.
Estos dos puntos no son meramente cifras en la tabla; representan un impulso anímico invaluable, fortaleciendo la moral del equipo de cara a los venideros compromisos como locales. La mirada está puesta ya en el próximo adversario, Zonzamas, al cual se enfrentarán con renovado entusiasmo y la confianza que solo los grandes triunfos otorgan.
También cabe destacar el debut de Nayra García, jugadora del juvenil, en este partido de División de Honor Oro.